Un zamorano ha llevado el lema “alegría entre las piernas” más lejos, y piranteando el sistema informático de uno de los puestos de préstamo de bicicletas de la ciudad, utilizó su pantalla para proyectar una película pornográfica durante más de una hora.
No tiene que ver con el ciclismo urbano masque de refilón, pero… Tenía que publicarlo. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!
Vía el Mundo